El funcionamiento adecuado del corazón se logra mediante el uso de válvulas cardíacas. Las válvulas que regulan el flujo sanguíneo dentro del corazón permiten que la sangre fluya en una dirección y evite las espaldas o fugas.
La evaluación del funcionamiento de las válvulas cardíacas es un proceso importante que permite evaluar su rendimiento y detectar posibles problemas o enfermedades cardíacos. Esta determinación se realiza a través de varias pruebas médicas, como ecocardiogramas, resonancias magnéticas o cateterismo cardíaco, que permiten la visualización del estado y la operación de las válvulas cardíacas.
Existen diferentes tipos de problemas de válvula cardíaca, como estrechamiento, insuficiencia y movimiento anormal de la válvula. Los síntomas como fatiga, dificultad para respirar, palpitaciones o dolor en el pecho pueden ser causados por estos problemas.
El mal funcionamiento del sistema valvular cardíaco es causada por la calcificación de ellos.
Las sales de calcio depositadas en las válvulas cardíacas pueden hacer que sean rígidas, lo que puede afectar su funcionamiento. Los factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo y la obesidad pueden estar asociados con este proceso.
La respiración difícil, la fatiga, los mareos, las palpitaciones y el dolor en el pecho son algunos de los síntomas de la calcificación de las válvulas cardíacas. Las pruebas utilizadas para diagnosticar son ecocardiogramas, radiografías de tórax, electrocardiogramas y pruebas de esfuerzo.
El tratamiento de las válvulas cardíacas puede incluir cambios en el estilo de vida, como seguir una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y dejar de fumar, así como el uso de medicamentos para controlar la presión arterial, el colesterol y otros factores de riesgo. Puede ser necesario reparar o reemplazar la válvula en casos más graves. Es importante seguir los consejos del médico para controlar y tratar la calcificación de las válvulas cardíacas.
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